Primero tenemos que ser conscientes de los seguros que tenemos o deberíamos tener, este dato, es importante, ya que muchas veces no somos conscientes de lo que necesitamos para estar protegidos.
Para ello debemos de gastar unos minutos en ver lo que tenemos, lo que no, las necesidades que se nos puedan plantear y ponernos en manos de un profesional, para que te asesore, resuelva dudas y busque lo mejor teniendo en cuenta necesidades.
Por ejemplo, ¿deberíamos tener un seguro de hogar aunque ya no tengamos hipoteca? Esta claro que en este caso, el banco ya no nos puede obligar a tenerlo, al igual que un seguro de vida, pero es recomendable tenerlo, ya que te salva de quebraderos de cabeza, principalmente por los siniestros que puedan producirse y tener a una compañía que respalde una buena asistencia, es fundamental, para que estos episodios, no nos amarguen la vida.
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